Cuando la incomodidad tiene una razón de ser

Extremo

Extremo
29/05/2023

Extremo no es una obra cómoda. Su título ya nos lo deja entrever.

A los 5 minutos de empezar, no daba crédito, miré a ese público del que formaba parte y que estaba concentrado en la sala Lola Membrives del Teatro Lara. Se podía cortar el aire que respirábamos, la tensión. Una intensidad que llegaba a un pico extremo a tan solo 5 minutos del inicio, y no había hecho más que empezar.

Extremo no debe ser una obra cómoda. Porque el primer paso para la concienciación es la denuncia, la denuncia de unos hechos que se disponen a escasos metros de ti de una forma tumultuosa, abofeteando tu atención con la realidad que se despliega más allá de tu butaca cómoda. De tu seguridad. Porque tú estás segura, confortable, en ese instante preciso, en esa sala. Sin embargo, hay una realidad extrema que asola fuera y necesita ser gritada, expuesta en su máxima crudeza.

Claudia Galán hace un papel magistral, no hay un segundo en el que se desconecte del personaje y eso arrolla durante toda la obra. Esa verdad. Como mujer diré que es una verdad que resuena, una voz que se multiplicó con el #MeToo, con la Ley del Sí es Sí, con noticias de periódicos o en telediarios, una gota intermitente que nunca calla. Por desgracia.

Esta obra de William Mastrosimone se estrenó en el 82 y hoy sigue estando vigente. Por desgracia. Juan López-Tangle hace una adaptación con un ritmo muy bien calculado combinando la entrada y salida de personajes de una forma dinámica e incorporando recursos audiovisuales que se despliegan deformados por esa tormenta que desdibuja la calma de la cotidianidad. Un huracán que tiene un vórtice claro y que está liderado por la protagonista, dejándose la piel y transitando por un personaje difícil con variedad de estados que enriquecen la trama.

Cuando termina la obra, se apagan las luces y el escenario se queda en calma. Y es entonces cuando el espectador sale lleno de emociones porque es imposible estar impasible ante lo que acaba de suceder. No seas un comodón, vete a verla.

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