De cómo tapar esos agujerillos…

Gruyère

Gruyère
04/12/2019

Ya desde hace dos espectáculos, si veo que Los Absurdos Teatro estrenan nuevo montaje, me las apaño para buscar un hueco e ir a verlos; a ciegas y sin saber qué voy a ver, porque será bueno sin duda. Estos entrañables absurdos llamados Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía (autor del texto y recientemente premio al mejor actor en el Festival Nacional de Teatro Vegas Bajas por A protestar a la Gran Vía) son dos habituales de la cartelera del Teatro Lara…por algo será.

Ver una obra suya es como ver una obra de Lope de Vega escrita en el siglo XXI para gente del siglo XXI. Alternan la prosa y el verso de manera fluida, de forma sorprendente y que no se hace pesada (para aquellos que se asusten del verso, una buena manera de quitarse los miedos).

El argumento parece sacado de cualquier telediario. Una pareja, Ernesto y María, está a punto de ser desahuciada por no pagar la hipoteca. María se acerca al banco y consigue que el director les permita tres días más para conseguir el dinero que deben. Tres días nada más. Sin nada que vender y nadie a quien pedir prestado, la desesperación les hace plantearse cruzar la línea de lo prohibido con tal de no quedarse en la calle. Determinados a no cruzarla, una serie de malentendidos hace que se la lleven por delante y llegue a su poder una bolsa con un millón de euros. ¿Qué hacer? ¿Seguir sus principios y devolver el dinero, o mirar a otro lado y tapar esos agujeros de los que todos hablamos? De ahí lo de Gruyere… Como dice mi madre: «Que Dios no nos ponga donde haya, que no sabemos qué haremos…». Qué sabias son las madres.

Mención especial se merece la escenografía. Como siempre en sus espectáculos, genial, multiusos y cada vez más sorprendente.

¡Larga vida a Gruyere! (aunque, egoístamente, estoy deseando ver el próximo espectáculo…).

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