Antonio Curros y Ferran Plana son los dos protagonistas de Happy Pony, una obra que te removerá, te incomodara, te conmovera, te hará pensar y te dejará sin aliento.
Un texto sobrecogedor, impresionante y escalofriante, pero muy valiente y original. Los dos hermanos, que son interpretados por Antonio y Ferran, se reencuentran e irán intercambiando recuerdos, instantes y situaciones de toda clase. Esos flashbacks son impredecibles y las personalidades de los dos hermanos también lo son, pero en eso radica la emoción y el trabajo tan bueno de los dos actores. Las metáforas que se esconden en el texto, entre juegos infantiles, inocentes y no tan inocentes, te abruman, te golpean, te dejan perpleja, te aturden y te dejan completamente muda. Un reencuentro inesperado ¿o no? entre dos hermanos, inquietante y perturbador que llevará al espectador a preguntarse muchas cosas.
Happy Pony es una obra que dejará huella en cada espectador, ya que al salir seguirás estando con la mente en la obra.