Desde el mismo instante en que leí la sinopsis de “Hasta que la muerte nos separe”, supe que tenía que verla. “Parece escrita para mí”, confesaba en el wasap que envié a mis amigas. Y no me equivoqué. El tema me toca muy de cerca.
Presenciar esta obra me generó muchas dudas. ¿Cómo es posible que alguien describa con la precisión de un cirujano el proceso de ascenso y caída de una pareja? ¿Por qué decidí voluntariamente invertir una tarde de sábado en ver un drama, yo que hasta he renunciado a ver los telediarios, con la esperanza de vivir más tranquila en mis mundos de Yupi? Y lo que es aún más inquietante, ¿conozco yo de algo a Emilio del Valle, autor y director de la obra? ¿Tal vez en una noche tonta le conocí y le conté mi vida? Porque iban pasando los minutos y me estaba ahogando en la idea de que la obra, ya no es que estuviese escrita para mí, ¡es que hablaba de mí!
Voy a intentar responderme:
A la primera pregunta, “¿cómo es posible que alguien escriba tan bien sobre las parejas?” no puedo más que quitarme el sombrero y alabar el talento del autor y de los actores (¡y del músico!) quienes, con una escenografía casi desnuda, un trabajo escénico brutal y unos temas musicales más que acertados, logran una obra inquietante, interesante y necesaria.
¿Por qué invertir una tarde en ver esta obra? Pues porque no todo en la vida puede ser comedia y un drama al año, no hace daño. Es lo que tiene el teatro, que te ayuda a ver la vida desde perspectivas que no habías imaginado, a enfrentarte a situaciones que igual ya has pasado, o quizá están por llegarte, o incluso igual no las vives nunca, pero te ayudan a comprender el mundo que habitas.
Con esta obra yo he aprendido muchísimo. ¡Me he visto reflejada en tantos momentos! Tenía ganas de levantarme y gritar al personaje femenino que no fuera por ese camino, que yo ya lo había recorrido y que no merecía la pena. Me ayudó a darme cuenta de mis errores, de muchas tonterías.
¿Conozco yo a Emilio del Valle? Hasta donde la memoria me alcanza, no. Pero mi conclusión es, después de mantener una intensa conversación con mi amiga y acompañante de la noche, que la travesía que realicé con mi expareja es muy similar a la que muchos ya han pasado. Es decir, que el autor hace un retrato generalizado de lo que es una pareja precipitándose al vacío. En definitiva, que nos creemos muy originales, pero todas las parejas son muy parecidas. Por eso nos autoengañamos con esta frase que se repite a lo largo de toda la función: «A nosotros eso no nos va a pasar».
A nosotros no nos va a pasar, decimos cuando empezamos una relación con alguien
A nosotros no nos va a pasar, nos repetimos cuando decidimos tener hijos
A nosotros no nos iba a pasar, nos reprochamos cuando todo termina.
En resumen, te va a gustar si te apetece ver un trabajo actoral soberbio, y un texto bien hilado, intenso, rico en matices y que te va a dejar muchas perlas en las que pensar.