Al pueblo se le daba pan y circo por áquello de tenerle sosegado. Pero este circo no está para dar pan sino todo lo contrario, está para recordar a quienes por tener metralla no tenían que llevarse a la boca. Arte que se alimenta de otro arte, en este caso el de Goya, para narrar la historia a base de corazón, granadas y acrobacias.
La Historia, así con mayúsculas, la Historia de la Guerra o lo que viene a ser un poco lo mismo, la Historia de la Humanidad, a base de 5 escenas de circo o 5 cuadros artísticos, como prefieras llamarlo.
Los y las artistas de este espectáculo utilizan el Teatro Circo Price como un lienzo en blanco para contar la vida y la muerte como en su día lo hizo Goya, el artista sirve de musa y la musa acompaña al artista. Todo en un solo espacio donde las medias sonrisas, las caras de asombro y los aplausos se entremezclan entre el público. Se trata de un propuesta trabajada, original y atrevida que le da un giro a la historia para contar lo que nunca debió suceder, narrado, esta vez, desde las alturas y desde los equilibrios.