Este viernes estuve viendo el espectáculo de I Want U Back– Michael Jackson en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid. Era mi primer musical tras la cuarentena y estaba muy contenta de poder disfrutar de este tributo al Rey del Pop, que es uno de mis cantantes favoritos.
En la producción hay una primera decisión acertada y esta es la diferenciación entre el Michael Jackson bailarín y el cantante, por lo que en el escenario, nos encontraremos con dos Michaels: uno que baila y otro detrás que canta (igual que el Rey del Pop). ¡Menuda compenetración entre el actor que canta y el que baila! Todo estaba medido al milímetro y totalmente cuadriculado en ejecución hasta tal punto que no sabías, en algunos momentos, quién realmente estaba cantando.
Otro de los aciertos de la producción I Want U Back– Michael Jackson fue el juego de luces, y por supuesto las dos coristas, el cuerpo de bailarines y la banda. Sin duda, hay mucho talento artístico en este espectáculo.
Ahora es verdad que la puesta en escena me dejó un poco fría, pues pensé que habría algunas proyecciones o elementos que uniesen el escenario con el Rey del Pop. Lo mismo sucedía con el vestuario de los bailarines, ya que en algunas canciones se deslucía un poco, pero en otras era muy bonito y acorde con la canción.
El espectáculo son casi dos horas de nostalgia, en un homenaje muy bien cuidado a nivel coral e interpretativo. Es innegable que en los tiempos que corren poner todo esto en marcha ha sido muy arriesgado y valiente, pero he extrañado algunos detalles para que el homenaje a Michael Jackson fuese un show redondo. Puede ser que en otras temporadas del espectáculo o cuando la normalidad era otra distinta, la escenografía fuese diferente, pero lo desconozco.
De todos modos, os animo a que vayáis a ver el homenaje y desconectéis con el talento musical que tiene el espectáculo.