Jamming es de esas experiencias que no sabes muy bien cómo describir, porque cada función es completamente distinta. La base de todo es la improvisación, pero lo que hacen va mucho más allá: es humor, es teatro, es música en directo, iluminación improvisada, y sobre todo, es participación.
Desde el primer momento ya te están haciendo partícipe, pidiéndote palabras y frases para construir las escenas que van a interpretar.
Los actores tienen un talento brutal. Te hacen entrar en el juego suyo personal, y además es que no es solo que sea improvisado sino que tanto la actuación, como el movimiento en el escenario, como las voces que interpretan es realmente bueno.
Además, el toque de música en directo y efectos de luces improvisados acompañan súper bien cada momento, y le dan a todo una sensación de espectáculo preparado.
Es una propuesta diferente y perfecta si quieres echarte unas risas con amigos, pareja, familia o lo que tú quieras.