En este curioso montaje de Fuenteovejuna, el coraje de las mujeres, dirigido por Vagba Oboud de Sales y Luis Marquès, la acción dramática se traslada a la idiosincrasia africana de Costa de Marfil, ofreciendo un nuevo enfoque en el que las mujeres deciden vengar su propia afrenta. En el discurso de Laurencia, que reclama justicia después de haber sido violada, Lope se adelantó cuatro siglos a movimientos como el Me Too. Una pieza que, ante casos como el de la Manada, está más de actualidad que nunca. Se acaba de estrenar la película El último duelo de Ridley Scott (sobre el primer caso documentado de Me Too), el año pasado se estrenaba la película Una joven prometedora de Emerald Fennell y en 2018, Halloween de David Gordon Green. Por muy diferentes que puedan parecer todas estas propuestas, en esencia todas ellas comparten una cosa: le han dado un giro de 180 grados a todas esas películas de mujeres que eran perseguidas mientras gritaban. En una época de empoderamiento femenino (donde aún quedan cosas por hacer para desterrar el machismo de la sociedad), los personajes femeninos se convierten en valedoras y defensoras de sus propios derechos ante la incompetencia de los hombres. En esta versión teatral, las palabras ceden protagonismo al lenguaje corporal y musical. No es la primera vez que se hace esto. Piénsese, por ejemplo, en Akira Kurosawa, que adaptó libremente El rey Lear de Shakespeare situando la acción en Japón en lugar de en Bretaña. Habiendo superado esa barrera cultural, el conflicto que nos planteaba Lope permanece inalterado.
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