Si estás buscando un espectáculo navideño para toda la familia, no dudes es venir. Nada más entrar al teatro, las luces navideñas te reciben y la magia empieza a envolverte.
Comienza el espectáculo y Tomte, el gnomo travieso, cuyo mayor deseo es ayudar a los demás, tiene una misión super importante: buscar una luz que ilumine el camino que recorre Papá Noel la noche en que reparte los regalos a los niños. El personaje, representado por Rafa Ventura, es maravilloso. Desde el principio atrapa a los niños…su manera de hablar, su manera de contar los cuentos…incluso sus torpezas, hacen de él un duende adorable.
Una obra en la que se entremezclan 4 historias clásicas de navidad que combinan perfectamente las risas (¡muchas risas!), con sentimientos más profundos como la soledad y el respeto a los demás y mensajes muy oportunos como la importancia de ayudar a los más necesitados o no olvidar nunca que lo importante de la navidad no son los regalos (¡que también!) sino el amor y saber compartir momentos únicos con los nuestros.
Además, la obra tiene varios guiños a los adultos (que se agradecen tremendamente). El más divertido es el que protagoniza el Grinch, el duende que odia la navidad y la quiere boicotear, aunque personalmente el que más me ha gustado es la reivindicación feminista que hace una espléndida Mamá Noel (Julia Molero), que nos recuerda a todos la importancia de la carga mental en las tareas de la vida cotidiana. Ella, siempre en la sombra, es la responsable de que la noche del 24 de diciembre todo brille y papa Noel lleve a cabo el encargo más importante: llenar de regalos e ilusión todos los hogares.
Una escenografía y un vestuario muy conseguidos, aderezado todo con bastantes momentos musicales en los que, aunque no quieras, vas a a acabar dando palmas y cantando tú también.
En definitiva, una obra muy completa y una apuesta navideña diferente a otras que ofrece Madrid. La recomiendo 100%
¿Conseguirá Tomte cumplir su misión?