La Muda de y con Marina Guiu, dirigida por Raquel Arnaiz y Marina Guiu es una pieza de autoficción que aborda el abuso sexual infantil, la no legitimación de una misma como superviviente de vi*lencia s3xual. Es la hora de abrirnos y explicar. En beneficio de la propia piel (como vemos en la protagonista) y para abrir los ojos al resto de la gente.
Vamos recordando momentos de la infancia, hasta llegado a los hechos que nos llevan a marzo del 2021, Islandia. Un volcán entra en erupción, y cuando voces que una cosa inestable y al final explota, por reacción también puedes acabar explotando. Y todo el que nos han explicado acaba en una denuncia.
Un trauma infantil, que puede estar en estado latente muchos años y que por una pequeña chispa vuelve a salir con más ferocidad que nunca. Es cuando entonces, piensas a denunciar al hombre que abusaba cuando eras pequeña. Y sin querer empiezas a vomitar todo tu interior, sin pensar a quién lo puede afectar en aquel momento.
Esta visión de volcán en erupción, la lava saliente de dentro es una fantástica comparación de cómo te sientes cuando una víctima explota y empieza a esparcirlo todo, sale toda la mierda que tienes dentro.
Se tiene que decir que de este montaje separaría dos visiones. Una parte que es lo monólogo de la protagonista y el otro de la parte más performance de Marina Guiu.
La parte más performance, donde vamos viendo poco a poco como va pintando la pared según los sentimientos que la angustian, es la que me ha parecido mucho más artística. Más interesante.
El trastorno postraumático te hace hacer una coraza para poder sobrevivir, no vivir, sobrevivir al día a día (si puedes hacerlo). Y hay un momento que te animas a explicarlo, salir. Y voces que no eres la víctima que todo el mundo espera. Esta sensación es la que vemos al escenario, de vulnerabilidad cuando lo explica.
No es una obra fácil, nos abre los ojos y a veces quiere tener un velo que nos esconda aquella parte más tenebrosa de todos nosotros. De la infancia, como un momento de felicidad y no puede ser alterado por historias como estas.
Últimamente, estoy viendo muchas obras sobre cómo nos sentimos internamente. Abrimos las puertas a la salud mental con más facilidad que en otras épocas. Y esto es bueno, tanto por quien lo expresa, como por quien lo ha sufrido y todavía lo tiene dentro.