La Puerta Estrecha se ha covertido por obra y gracia de la compañía AlmaViva Teatro, y su versión de «La Tempestad» de W. Shakespeare, en un portal hacia otra dimensión. Cuando uno se adentra en la sala, es invitado por César Barló y el inmenso equipo humano que rodea a este montaje -Increible apuesta para los tiempos que corren en el teatro independiente de la ciudad- a una experiencia teatral realmente especial. Nadie imagina que un espacio pueda transformarse, modelarse y reinventarse de la manera que ellos lo logran.
AlmaViva Teatro posee el don de adentrarnos en la isla de Próspero, sumergiéndonos en la fantasía de duendes, espíritus burlones y enamorados, con la ilusión y la excitación con la que lo haría un niño al que le ofrecen la posibilidad de poder traspasar la fina membrana que separa el sueño de la realidad y conseguir que, cuando el hechizo se deshaga a golpe de aplauso, uno abandone la sala con el alma renovada de entusiasmo, agradecido de haber podido vivir una experiencia así de gratificante.
Fantásticas interpretaciones por parte de todo el elenco que hace posible esta propuesta; trabajos llenos de energía y entusiasmo que, como digo, son un estupendo alimento para el espíritu de los espectadores que se dejen atrapar por la magia de esta versión de «La Tempestad».