Me he vuelto Lorca con este musical por muchos motivos, pero empecemos por el principio.
Los primeros 10 minutos me descolocaron mucho y me costó meterme dentro de la escena, pero conforme pasaba el tiempo era un personaje más de esta última tourné.
Parece que los papeles de cada persona del elenco están hechos a medida para potenciar lo que cada actor y actriz puede ofrecer en el espectáculo, pero sin dudarlo mis favoritos en escena son: Manuel Bandera y Bibiana Fernández. Ellos son los que definen cada escena y aportan aire fresco al musical. El resto del elenco están muy bien y me gustaron todos, sin excepción, pero mi debilidad fueron Manuel y Bibiana.
Además que, Bibiana es una actriz con un gran carisma y con grandes aptitudes en canto y baile. Lo mismo pasa con Manuel. Alaska está encantadora en su rol, Mario Vaquerizo es él en su máximo esplendor y Cayetano Fernández y Marisol Muriel eran dos desconocidos para mí, por lo que la última tourné también me ha servido para conocerlos sobre el escenario. Tanto Marisol y Cayetano me han gustado, pero ellos empezaron con garra y se fueron desinflando poco a poco, quizás eclipsados por Bibiana y Manuel.
Es un musical, pero no os quedéis con que es una comedia, tenéis que ir más allá de eso, porque es también un homenaje a Lorca, al teatro y a la cultura.
Lo han hecho en tono de comedia, pero algunos matices de las comedias de Lorca están escondidos en el texto.
A destacar la decoración exquisita que han elegido, muy elegante y acorde con la temática de la obra. Las canciones de la obra son pegadizas, pero me he quedado con ganas de más, se me ha quedado corto en ese aspecto, y, aunque al principio me costó entrar en escena, luego me volví Lorca.
Un aviso a los espectadores que van al teatro y se ponen a mirar el móvil deslumbrante en varias ocasiones: si no podéis desconectar y vivir sin tecnología durante 1 hora y 50 minutos, os quedáis en vuestra casa.
Un tres y medio en realidad.