Ramón Paso es el autor y director de esta comedia que llega al teatro Lara con intención de permanecer, ya que cuenta con ingredientes suficientes para gustar y divertir al público. Ser nieto de Alfonso Paso y biznieto de Jardiel Poncela tiene que dejar poso en la herencia de cualquiera y se nota de lejos que el mayor valor de esta obra es su dramaturgia. Ágil, divertida, con los suficientes giros argumentales para mantener atento al espectador y con la presencia de personajes/arquetipos contemporáneos. Todo gira en torno a la familia, donde el papel de la mujer es omnipresente y ¿vertebrador? En este caso, el ideal de familia está hecho pedazos, o tal vez no, porque es aquí donde Ramón pone el dedo en la llaga para hacernos ver que los tópicos familiares últimamente están siendo dinamitados, pero eso no significa nada. Mutan las formas, pero al final las raíces permanecen y son necesarias.
Tres hijas, un padre y una novia son todo lo que necesita esta comedia para mostrar que realmente ser auténticos y diferentes tiene un precio, pero que por debajo de toda fachada existe siempre un nexo de unión mucho más fuerte de lo que pensamos. Y sobre todo nos lleva a la conclusión, una vez más, de que no siempre las cosas son como parecen…. Continúa leyendo en TRAGYCOM