Por primera vez y sin que sirva de precedente los figurantes se convierten en protagonistas de la obra por una serie de carambolas que les llevan a vivir su propio Matrix particular. ¿Qué es la realidad y qué es la ficción en esta pieza teatral? ¿Son ellos los que manejan lo que dicen o es también el autor? Una comedia para pasar una tarde entretenida y divertida viendo el teatro desde un prisma totalmente diferente, de la mano de todos aquellos personajes a los que, como espectadores no solemos hacer demasiado caso pero que también son fundamentales. ¿Qué sería de una obra sin el «conspirador noveno», la «dama sexta» o el «prisionero tercero»? Sin duda no sería lo mismo. Puede que no reparáramos en ello, pero nos faltaría algo.
El autor, el que maneja los hilos, José Sanchis Sinisterra, ofrece al público del Reina Victoria esa visión radicalmente diferente de pieza teatral, pero con tintes sociales y de protesta para poner en valor esas profesiones que tienen menos focos (como la de figurante) pero que no por ello son menos necesarias. La revolución está en marcha sobre el escenario, pero si además se puede acompañar de unas risas, pues mejor que mejor.