No sé a ti, pero a mí y a muchos de los chats que tengo abiertos y activos en el móvil, la vida a veces se nos hace bola. Un proyecto que no avanza, una relación que no entiendes, una noticia que te cambia el plan, aquel evento al que no puedes faltar, ese mensaje que no te puedes olvidar de mandar…y una cadena de anotaciones que se suman en tu agenda, y en tu cabeza.
Bueno, pues después de mucha búsqueda y testar ideas en grupos variopintos, el único antídoto realmente efectivo para desinflar ese ruido de la inercia cotidiana creo que es: una buena conversación, o el sentido del humor.
«Los tacones de papá» es una propuesta que tiene lo mejor de estas dos recetas. Genera conversación y te da la excusa para reír, des-pensar (permitidme el invento del verbo) todo lo que nos ha cargado durante el día y no te complica la existencia con debates sesudos que sumen peso a tu noche.
Música, color, trama ágil, humor irreverente, bromas que sacuden la seriedad y todo en un teatro rodeado de opciones para brindar antes o después por un plan que te facilita el respirar un poco más relajada.
Si te apetece sumergirte en un plan ligero, pero no banal, exagerado pero no innecesario, provocador y humano, ven. Y trae a alguna de esas personas que seguro tú también tienes en tu chat diciendo algo así como: “Madre mía, qué semanita llevo”.