Sombra aquí, sombra allá… El teatro apagaba sus luces para maquillar de canciones el escenario. La banda, repartida por los palcos, nos recordaba al musical de Hoy no me puedo levantar que tanto éxito tuvo, hace una década ya, en la Gran Vía.
Y allí me colé, en esta fiesta me planté… No había coca cola para todos, pero sí un recorrido en forma de concierto por los temas más míticos de Mecano, uno de los principales grupos de nuestra cultura pop.
Aunque el espectáculo no tuviera un gran despliegue de medios escenográficos, el público se entregó al 100%. Coreaba, como si de un karaoke se tratara, todas las melodías y esto desató la sonrisa cómplice de más de un cantante y bailarín, que también se dejó la piel sobre las tablas.
En este show, las letras no se proyectan, pero tampoco hace falta… Los amantes, Cruz de Navajas, Un año más… son historias que todos tenemos interiorizadas en nuestra mente. Y, precisamente, considero que ese es el éxito de esta experiencia que, cada noche de martes a domingo, pretende convertirnos en hijos de la luna y hechizarnos con el magnetismo de la nostalgia.