Palomitera y divertida comedia que nos trae a cuatro «antiguas» princesas contando el cuento a su manera, que para eso es suyo. Ya nos habíamos dado cuenta que las historias de Cenicienta, La Bella y la Bestia, La Bella Durmiente y Blancanieves muy feministas no eran, pero analizándolas de su mano y con el humor como vehículo, nos reafirmamos en que son un despropósito de referentes para tantas generaciones.
Muy graciosas y talentosas sus cuatro protagonistas, aunque como andaluza aún me pregunto por qué el acento andaluz hace tanta gracia, vale la pena verlas, escucharlas, pasar un rato muy entretenido con algo distinto que incluye también música. Chistes muy actuales, cultura pop, millennial, el público entregado y una sala llena. ¿Qué más se puede pedir?
Vayan, que llevan varios años por algo.