No me toques el cuento nos muestra cómo cuatro princesas se rebelan y exigen contar la otra cara del cuento. Lo que no se explica porque, el final, no es tan bonito como dicen… Un espectáculo escrito y dirigido por Olivia Lara.
Esta vez he ido a ver esta obra sin tener ninguna referencia de lo que iba a ver. Y ha sido una grata sorpresa: el teatro atestado y totalmente entregado a la obra (yo mismo he entrado y reído sin cesar).
La obra es de argumento fácil. La narradora de los diferentes cuentos empieza a explicar de nuevo los famosos cuentos Disney con sus princesas. “Erase una vez ….” pero esta vez las protagonistas se quieren rebelar y empiezan a hablar de lo que hacen cuando se acaba el final feliz.
Todas ellas quedan para explicarse lo que viven. Y lo que vemos, con mucha gracia, es una Blancanieves bipolar, una Cenicienta choni que tiene el nombre de Chonicienta, una Bella que tiene el síndrome de Estocolmo de estar con su Bestia y una Bella durmiente con narcolepsia que se duerme en cualquier momento de la obra.
Hablan de sus vidas “felices” con sus príncipes azules, mientras que beben y desfasan.
Todas las ‘princesas’ son fenomenales, pero Blancanieves bipolar y la Bella con la petaca destacan en sus papeles.
Es sesión golfa que ya nos da una visión de que no es una obra para niños. Donde los jóvenes y no tan jóvenes han compartido risas con ganas cada salida de las actrices.
Imprescindible, haced lo que podáis para ir a verlas.