La Compañía Nacional de Danza lleva años deleitándonos con sus ballets. Cada director y directora deja su impronta en cada producción y cada coreógrafo y coreógrafa crea magia en escena. En esta temporada Muriel Romero se estrena como directora de la compañía con tres piezas muy distintas pero complementarias.
«Serenade» de George Balanchine es una propuesta clásica donde la música de Tchaikovsky tiñe de belleza y elegancia los movimientos de sus componentes; imposible apartar la vista de escena.
«Echoes from a Restless Soul» de Jacopo Godani es una pieza eclectica donde, acompañada del piano de Gustavo Díaz-Jeréz nos traslada a diversos parajes y estados de ánimo desde el principio hasta el final. La coreografía es rompedora. Es un cambio de estilo para romper con el el clasicismo de la primera pieza y es la antesala de la fuerza que nos espera en la tercera pieza.
«Playlist (Track 1, 2)» de William Fosythe tiene una coreografía despiadada donde sus bailarines no dan tregua. Acompañada de la música de Pevon Everett y Lion Babe nos llenan de alegría y dinamismo.
Las tres piezas nos llevan a los distintos estados de la danza; de lo clásico a lo moderno. Uno no puede estar sin el otro ya que si no hubiera nacido uno; no hubiera existido el otro. Las sensaciones que provocan se entremezclan con los movimientos generando un resultado fascinante.
«NumEros» Es una obra donde prima la fuerza, el estilo, el riesgo y la calidad. Es el mejor regalo de Navidad que nos podemos hacer.
