Una apuesta por el derecho a la identidad propia como vía a la felicidad.

Óscar quiere ser una cigala

Óscar quiere ser una cigala
09/11/2017

El deseo puede ser trampolín o carga, estímulo para la acción o anestésico paralizante. Óscar, adolescente en periodo de formación, desea transformarse en lo que ya afirma ser, una cigala, emprendiendo un proceso médico, psicológico, personal y social. Cambios de este calado afectan al entorno y su familia ve tambalearse sus nada sólidos cimientos.

En su obra, Luis Enrique Montero nos habla de identidad, aceptación, del valor de la comunicación, la sinceridad y la autenticidad. Hay dos caras en cada personaje y la no visible es la políticamente incorrecta, la más real y visceral. Se critica el valor de los grandes mitos tópicos contemporáneos: la psicología-panacea universal, la familia como locus amoenus y el logro universal de todos los deseos en una sociedad de consumo y hedonista.

Alberto Sabina dirige esta función con ritmo ágil y humor y logra una doble comunicación de gestos y acciones por una parte y, por la otra, del pensamiento sincero que los personajes no se atreven a transmitir ante una sociedad/familia que juzgará sus actos desde su “modernidad biempensante”. Continuar leyendo en …. TRAGYCOM.

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