Cantaban Cristina y los Stop que «tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor». En el arte, del amor se habla mucho y de la salud también. Pero quien también se lleva la palma es el magnetismo que ejercen los quartos, las perres, el «parné», en este mundo capitalista. El dinero son el ‘leitmotiv’ de Parné, el nuevo espectáculo de la joven cantatriz – manera al estilo Nuria Feliu de denominar a la vedette cupletista de toda la vida– Glòria Ribera. La miembro de la compañía José y sus hermanas (Exploro el jardín de los cárpatos, Armas de construcción masiva, Los bancos regalas sandwicheras y chorizos) sube en solitario al escenario para seguir el legado de artistas como Raquel Meller, La Bella Dorita, La Maña o Concha Piquer. Artistas que mediante la música, el humor, la ironía o los dobles sentidos popularizaban discursos de emancipación de la mujer, de curas, libertado sexoafectiva y de inclusión.
La transgresión es el alma del cabaré, y no falta en esta propuesta impulsada por FiraTàrrega, el Festival TNT Terrassa Nuevas Tendencias, la Feria Mediterráneo de Manresa y el Antiguo Teatro de Barcelona. Una sardana techno abre este Parné que bebe de ritmos como la copla, el cuplé, la zarzuela o la música tradicional catalana (porque lejos de la cordura burguesa, las canciones de campesino como la Filomena también venían cargadas de erotismo). Entre discursos y reflexiones sobre dinero, feminismo y república, Ribera se arranca con hits sobradament conocidos y censurados en diferentes momentos de la historia como Maldito parné o La bien pagá. Queda lejos de ser un ejercicio arqueológico o un ‘jukebox’ de grandes éxitos de ayer, de hoy y de siempre, puesto que puerta la producción y la puesta en escena a una estética muy contemporánea. Si la trobéssis al Sónar, no te desentonaría. Glòria Ribera entra de pleno a la constelació de artistas como Rodrigo Cuevas y su excelent Trópico de Cobadonga (tienen que hacer una colaboración, por favor), o… porque no… de las últimas producciones de Rosalia y C.Tangana, donde el legado musical más cañí se morreja con el 2021.Qué en basura de los sueños, de todo aquello que deseamos y no tenemos? Es lícito anhelar dinero por encima de todo?
«Que nadie dude de mí vocación, pero si no gano dinero no me divierto», reza la grande Concha Piquer en una voz en off. Glòria Ribera coge a través del teatro de revista esta desesperanza que invade a los jóvenes, algunos en forma de ecoansietat, otros de incertidumbre absoluta o de hedonismo capitalista ante el desastre inminente. Cuando el futuro no promete nada, mirar atrás es necesario para aprender como resolvieron situaciones adversas todos quienes nos precedieron. Y le pone la mirada de la vedette: desafiando, valiente, combativa, propositiva. Como soluciones para un mundo mejor el artista nos convence a recuperar «La dictadura de la mujer», una vieja idea de la Bella Dorita. La propia Ribera sería la candidata, que consigue levantar las masas con un fervoroso mítin con el lema «Si la mujer mandase». No desvelo su programa electoral porque es impagable..
Votáis a Gloria Ribera. Votáis la dictadura de la vedette. O al menos dadle buen parné, porque el mundo necesita cupletistes que peinen la realidad con tanto de arte.