La exposición inmersiva «Pompeya, los últimos días» me ha dado la oportunidad de descubrir qué es el metaverso y coquetear con la realidad virtual como nunca antes lo había hecho. Me parece increíble que con el simple gesto de colocarte unas gafas, puedas trasladarte a la Villa de los Misterios de Pompeya, recorrer sus estancias y sentirte como si estuvieras allí, en el momento justo en que el volcán Vesubio decidiera despertar y sepultar una ciudad entera y esconderla durante más de 1.500 años. ¡Es realmente fascinante!
También era mi primera experiencia en una exposición inmersiva, así que me impresionó muchísimo la sala audiovisual con proyección sobre paredes y suelo, en 360º. Es sobrecogedor sentirte en el epicentro de la erupción de un volcán como el Vesubio.
La otra experiencia estrella de Pompeya, la sala de realidad virtual, también ofrece la oportunidad de asistir a una lucha de gladiadores sobre la arena de un anfiteatro abarrotado de público y convertirte en testigo privilegiado de la erupción del volcán sobrevolando Pompeya. ¡Una experiencia totalmente recomendable!
Para quienes nunca hayan probado la realidad virtual o el metaverso y vayan con niños, recomendaría a los adultos probar la experiencia primero para luego acompañar a los peques en el viaje. En cuanto a las edades, depende de cada niño, pero para que disfruten al 100% de la experiencia diría que a partir de 9-10 años.