Una magnífica opción para pasar un rato de desconexión total con nuestra realidad. Desde que estás entrando en la sala te sumerges en otro mundo al compás de un flexo de la luz con sonido de violonchelo, tocado por un ser salido de un universo de fantasía. Ya dentro, la escenografía no tiene desperdicio, estamos en una carpa de circo en otra dimensión. Mejor no perder detalle para que cada elemento / instrumento es más original que la anterior! Interpretación muy auténtica, con personajes muy logrados y bien defendidos que desprenden una gran ternura!
Gags que despiertan desde una tímida sonrisa a la mayor carcajada, sencillamente porque no lo buscan de una manera forzada. En todo momento hay riesgo y se busca la complicidad y participación del público, pero siempre desde el cuidado y la comodidad de la audiencia, sin traspasar límites ni hacer salir al personal para ser ridiculizado o puesto en un compromiso. Un gran acierto incluso para los que no somos especialmente aficionados al mundo del clown.