Tras Mi Pasado en B, uno acude expectante a ver la nueva obra de Javier Lara, Scratch. Si en la primera el propio Javier se situaba en el centro de la historia, en esta ocasión el foco lo traslada a las vivencias de su hermano pequeño. Más allá del significado explícito que encierra este título, cuando uno pronuncia scratch escucha claramente cómo algo se rompe, se resquebraja por dentro… Eso es justamente lo que sucede al presenciar este espectáculo, una obra que pone en escena la vida misma, con toda la crudeza, belleza y comicidad que la acompaña. Son muchos los que aprovechan sus experiencias personales para sus creaciones escénicas, pero pocos logran el éxito en este intento como Javier Lara.
De nuevo bajo el paraguas de Grumelot y rodeándose de un equipo completísimo encabezado en la dirección por Carlota Gaviño, Íñigo Rodríguez-Claro y Carlos Aladro, más una iluminación y un espacio sonoro que crean una atmósfera que te atrapa desde el primer minuto, elevándote en una escena y hundiéndote en la siguiente, un espacio en el que se mueven a la perfección Fernando Delgado y Javier Lara.
Los miércoles de mayo tenéis una cita imprescindible en Nave 73, no lo dejéis pasar.