El infierno de Auschwitz

Si esto es un hombre

Si esto es un hombre
17/10/2021

Si esto es un hombre (1947) de Primo Levi es, junto con El hombre en busca de sentido (1946) de Viktor Frankl, una de los hitos en el surgimiento de la literatura testimonial sobre los campos de exterminio. Su aparición marcó el devenir de este tipo de relatos y sin él hoy sería prácticamente imposible hablar de textos como Maus o El niño con el pijama de rayas. En este sobrecogedor montaje versionado, dirigido y protagonizado exclusivamente por Carlos Álvarez Ossorio y que pudo disfrutarse en el comprometido Teatro del Barrio, el actor pone voz a las palabras de Levi y nos adentra en el infierno deshumanizador del lager (campo de concentración). La iluminación desempeña un papel crucial en ese escenario semivacío, siendo los tonos azules/grises los que ocupan la mayor parte de la historia mientras que al final se vuelve a la calidez del amarillo. Auschwitz fue la materialización del infierno de Dante en la tierra y el propio Levi lo quiso ver así. La monotonía acabó por imponerse en el día a día de los presos. Esa sensación de que todos los días eran iguales es lo que hizo que muchos cayeran en una profunda desesperación. En ese microcosmos las fronteras entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto, se diluían. Ya no importaba el que algo estuviese bien o mal; importaba sobrevivir. Sin embargo, a pesar de ello, otro de los prisioneros, Lorenzo, le ayudó al autor a conservar la esperanza y le hizo darse cuenta de que, incluso en la mayor de las adversidades, podía seguir habiendo gente buena, gente que hacía que la vida siguiese mereciendo la pena. Como decía, la obra de Levi constituye una fuente de información valiosísima para poder comprender el horror del nazismo.

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