Esta obra lleva conquistando al público de Broadway y Londres más de 10 años. David Serrano, el director de la obra, ha comentado que fue a verla hace años con Daniel Sánchez Arévalo y dijo «es una pena que no pueda representarse este tipo de obras en España». Hoy, por suerte, estamos a ese nivel internacional, y es algo que me enorgullece de Madrid como capital europea que ya conquista los primeros puestos de teatro musical. Con más de 9 Premios Tony (incluido el de Mejor Musical) sobran razones para ir a verla, aún así, intentaré desgranar qué es lo que más he valorado yo personalmente:
Es un humor diferente, ácido, sin barreras, que saca la carcajada desde las vísceras. Los creadores de South Park se notan y se hacen sentir, no crean concibiendo la posible censura y eso es algo de admirar. Dar cabida a una crítica social es un síntoma de una sociedad saludable, usar el humor como medio para hacerlo denota, como mínimo, inteligencia. La astucia de los hermanos Serrano en la traducción del libreto y la adaptación de las canciones es digna de admirar.
La calidad de los intérpretes: actores que son cantantes y bailarines (ojo, que no es algo habitual en todos los musicales). Los personajes reflejan diferentes cuerpos y se agradece porque reflejan una realidad plural.
El ritmo de la obra es tan frenético que no te dará tiempo a pensar en la lista de la compra que tienes pendiente.
Siempre pienso que las compras que realizas en tu vida son inversiones hacia un estilo de vida, un tipo de cultura que promueves. Comprar entradas para The Book of Mormon es invertir en un humor plural, que hoy por hoy, escasea. Y es importante apoyarlo, promoverlo y valorarlo. No se lo pierdan.