Antes de nada, y por si te quieres ahorrar la parrafada, compra ya mismo la entrada para el que será la mayor sorpresa y uno de los mayores éxitos de esta temporada. Vuela porque las entradas también van a volar.
Esta sátira musical es una mezcla de risas, irreverencia y talento escénico, «The Book of Mormon» nos transporta a un viaje épico de proselitismo peculiar que al 100% te hará adepto/a. Este musical, creado por los mismos genios que gestaron «South Park», Matt Stone y Trey Parker, junto con Robert Lopez, es tan desvergonzado que hubo momentos en los que me sentí culpable por reírme. El humor negro incomoda, pero esa comedia ácida con alusiones a la vida diaria de cualquier persona que resida en España te hace soltar carcajadas liberadoras de cualquier prejuicio que puedas llevar encima. No hay límites y la sátira religiosa se sirve en platos grandes. La obra se burla con igual oportunidad de todas las creencias, lo que podría hacer que incluso el Papa se pregunte si debería haber sido un crítico de teatro en lugar de sumo pontífice.
Desde el momento en que se levanta el telón, te sumerges en un mundo donde los misioneros mormones se enfrentan a desafíos tan grandes como los que enfrentarías tratando de explicar la teoría de cuerdas a tu abuela. ¿A quién le puede importar una religión totalmente ajena si tienes problemas reales como que toda tu familia tenga sida?
Los personajes, como Elder Price y Elder Cunningham, son tan extravagantes que podrían ser parientes lejanos de los habitantes de South Park. Sus desventuras en Uganda te harán cuestionar si realmente sabes algo sobre geografía o si Uganda y Salt Lake City están más cerca de lo que pensabas. Todo el elenco está perfectamente dirigido por David Serrano, que lo ha vuelto a hacer. Ha convertido un escenario en un nuevo mundo que te atrapa durante las casi 2 horas y media que estarás en tu butaca. Los números musicales son un torbellino de talento, con coreografías que te hacen pensar que todos los misioneros deberían llevar zapatos de baile en lugar de corbatas.
Siempre me han fascinado los personajes secundarios que son torpes, descarados y simpáticos. No sé, Filoctetes, el Genio, Asno…Toda buena película tiene un compañero leal que se enfrentará a todas las aventuras junto al protagonista. En este caso, «The Book of Mormon» se encarga de que Elder Cunningham, encarnado por Alejandro Mesa, se convierta en el centro de la historia poco a poco. Gracias.
En resumen, «The Book of Mormon» es como una fiesta en la que sabes que deberías comportarte, pero simplemente no puedes evitar reírte y unirte al desmadre. Es un musical que desafía las convenciones, rompe las barreras y, sobre todo, te hace cuestionar si no sería mejor tomarse la vida menos en serio. Al fin y al cabo, sigue existiendo Telecinco.