Yo cumplí 30 hace menos de un año, y cuando escucho al protagonista decir que el tiempo se le echa encima, que no sabe bien si llegará a conseguir lo que quiere, si va tarde o si va temprano, mientras habla de ansiedad y mil cosas a la vez que le pasan por la cabeza, no puedo sentirme más identificada. El personaje de Dani Diges -el creador de RENT- está claramente atravesando la crisis de los 30, aunque sea en los 90, parece ser algo atemporal y que nos pasa a todos. Pero claro, atravesar esa crisis cantando es otro rollo.
Es fácil entrar de lleno en la obra desde el principio, a pesar de una producción y una puesta en escena más bien austera. Lejos de los musicales de la Gran Vía, esta vez sólo hacen falta tres actores para contarnos la historia tan emocionante que es Tick, tick… Boom! pero, como los tres son magníficos, no parece que haga falta más.
Destaca sin duda Dani Diges, que todo lo hace fácil, que todo lo hace bien, que llena el escenario casi sin esfuerzo.
La historia, basada en hechos reales, es conmovedora, y en directo mucho más.