Molly Bloom nos lleva a navegar por la mente de una mujer con muchas ganas de vivir, que nos muestra sin filtro sus pensamientos y emociones.
Molly es la esposa de Leopold Bloom en la novela Ulises, de James Joyce, quien fue uno de los principales artífices de la profunda renovación de las técnicas narrativas en las primeras décadas del siglo XX. Se trata de un personaje que corresponde más o menos simbólicamente con la Penélope de la Odisea de Homero.
En esta adaptación del texto de James Joyce, el deseo y el entusiasmo por la vida se respiran durante toda la obra como principales motivaciones de la protagonista. Es un canto a la libertad personal, la sensualidad femenina y la vitalidad de una mujer que quiere seguir experimentando el amor y ser amada.
La actriz nos lleva durante una hora de espectáculo encarnando a una mujer segura de sí misma, que espera más de la vida, del amor y de las sensaciones físicas.
En estos tiempos en que el ser humano tiene una clara invitación a quitarse la careta, a parar la rueda de la ansiedad y a detenerse a reflexionar sobre lo que es realmente importante, esta mujer de 1922 es rescatada para, 100 años después, recordarnos que los tiempos cambian, la tecnología, el ritmo del día a día, pero que la vida, y los humanos, seguimos necesitando una sola cosa para ser felices.