Había leído Yerma en el instituto y por aquel entonces me sobrecogió por los temas que trataba, cómo lo hacía y por los personajes a los que Federico García Lorca había dado vida. Siempre que he leído a García Lorca ha dejado un poso en mí y me ha hecho cuestionarme muchas cosas, pero lo que siempre he pensado y sigo haciéndolo es que fue un adelantado a su tiempo o más bien era un buen observador y utilizaba el lenguaje para dar voz, vida y fuerza a las personas que no podían. Por eso creo que ver a la Compañía 13 gatos hacer una adaptación de Yerma con un vestuario tan actual y con una versión tan luminosa y oscura al mismo tiempo me ha dejado un poco anonadada, pero empezaré por el principio. La música en directo que inunda el teatro desde que lo pisas y hasta que el telón cae hace que los pelos se me pusieran de punta, así como escuchar las canciones que Yerma tararea…ha sido una sensación extraña. María Díaz, Alfredo Aguilar, Raquel León, Carlos Manzanares, Ángeles Laguna, Almudena Sepúlveda, Luna Bermejo y Edgar Gómez son los protagonistas de Yerma en esta versión y han sido los encargados de pellizcarme el corazón, emocionarme y de hacer que regresase al teatro para ver un clásico. Para hacer teatro y ponerse sobre el escenario para meterse en la piel de todos los personajes de la obra, en mi opinión, hay que tener agallas y ser valientes, ya que un paso en falso y podría haber sido un desastre, pero incluso en los momentos más importantes de la obra, en esos instantes en los que el silencio se palpa es genial ver cómo una compañía hace que tiembles y te estremezcas. No me acordaba de muchas cosas que suceden en Yerma, pero soy consciente de que: el no querer tener hijos, el no poder tener hijos sigue siendo un tema actual, un tema delicado, pero sobre el que siempre habrá habladurías y cosas, pero en esos momentos incluso tan importantes de la obra, la metáfora en boca de Yerma, aunque sea doloroso de escuchar y de entender, es como un proyectil directo al estómago y al corazón del espectador y Lorca tan hábil como siempre con el lenguaje quiso camuflar todo con esas figuras retóricas. Yerma de la Compañía 13 gatos es una adaptación que volvería a ver y estoy segura que muchas personas que no han leído la obra o a Lorca nunca disfrutarían y sería una buena ocasión para acercarse al teatro de Federico.13 Gatos ha convertido lo más triste, oscuro y desgarrador en luz.
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