Una pareja de treintañeros poco satisfechos con su presente, se obsesionan con un colchón, el cual parece que solucionará todos sus problemas. Spoiler, eso nunca es así. «Un buen colchón» indaga en las situaciones absurdas y con funestos desenlaces a los que nuestros protagonistas llegarán para conseguir reunir los 45.000 euros que cuesta el susodicho.
Reconozco que el tono exagerado y distanciado de la dirección no es de mi interés, y creo que de otra manera la, por otro lado, interesante premisa habría tenido más alcance que el del puro entretenimiento. Pero eso no significa que no estemos ante una comedia que funciona en lo que se propone, con unos actores que disfrutan y hacen disfrutar dentro de ese, ya casi género, «la que se avecina».