Un día vas al teatro y descubres a un gran humorista

Hacer humor hoy en día es muy fácil pero hacer buen humor es muy difícil. Esto es lo que nos trae Roberto Gontán en su monólogo que en realidad es una interacción con el público. No se limita a contarnos una sucesión de chistes fáciles con una copa en la mano; nos introduce en la realidad desde el lado mas jocoso y desternillante para darle una vuelta de tuerca y hacernos descubrir que todo es susceptible de ser disfrutado sin fisuras y de una manera sana. El espectáculo se hace corto, con razón el público grita «¡otro», otro!», porque descubrimos que este cómico-artista, (que debería estar escribiendo guiones para la tele ¡ya!) puede sacar punta a todo y hacernos sentir identificados con sus peripecias. Cuando terminó el espectáculo y salimos de la sala se respiraba un ambiente risueño y festivo; mejor que un psicólogo aunque a Roberto Gontán no lo recete la Seguridad Social…¡Lástima!