Un juernes redondo

Un monólogo sin pelos en la lengua, mordaz, directo, original y divertido es lo que nos encontramos en «Para ser mujer eres bastante graciosa«.Me ha gustado el hecho de cómo Virginia descoloca al público, cómo empieza una historia y cuando hace una pausa o interactúa con las personas en tu cabeza piensas ¿y ahora?Tiene la virtud de descolocarte y no saber por dónde va a tirar a continuación.
En el monólogo te encuentras situaciones de las más alocadas pasando por momentos en los que tú, en tu cabeza, tu voz pepito grillo te dice ¡yo también! Para ser mujer eres bastante graciosa nos hace reír de la vida, de esos momentos incómodos, pero realistas, como es el ser » chica puente», entre otras muchas cosas. Una hora y pico que se te hace muy corta, el único «pero» que pondría a este monólogo es que cuando te lo pasas en grande, todo lo bueno acaba terminando.
Virginia no tiene pelos en la lengua y es algo de agradecer y algo que aplaudir, porque de un modo particular nos quita el pudor y un peso de encima, al normalizar muchas cosas. ¿Sin planes para el jueves? Pues Virginia tiene el remedio correcto: dolor de tripa y llorar de risa.