Wicked ha llegado a Madrid pisando fuerte y promete ser el plan familiar de la temporada. La obra tiene de todo: emoción, risas, canciones pegadizas, sencillas y un ritmo que hace que las dos horas y media (más descanso) pasen volando, ¡ni te enteras!
El elenco es espectacular, pero las chicas protagonistas —Cristina Picos como Elphaba y Cristina Llorente como Glinda— son increíbles. Se nota la complicidad entre ellas y el talento que derrochan a cada minuto. La una, verde esmeralda y luchadora; la otra, popular y chispeante. No es solo que canten de forma espectacular, es que lo dan todo en escena y te hacen vivir con ellas cada giro de la historia. El resto del elenco brilla, arropando a estas dos grandes profesionales en cada número musical.
También querría hacer pie en el vestuario, porque es puro espectáculo. El diseño de los trajes son vibrantes y llenos de detalles: cada personaje tiene su propio carácter y enseguida te metes en ese mundo de fantasía. Elphaba, Nessarose, Glinda… todos lucen vestidos que darán mucho que hablar. Entre los looks, las luces y la escenografía, te metes de cabeza en Oz casi sin darte cuenta.
Para mí, uno de los puntos que destacan en este musical es su ritmo. No hay momentos «de relleno»: la trama avanza, los números musicales te levantan del asiento y, si pestañeas, te puedes perder algo. No hay momentos que se hagan pesados o innecesarios, todo lo contrario, «el tiempo vuela» ;-)
Por concluir, a Wicked le auguro ser un referente dentro de la cartelera musical de Madrid este otoño/invierno, no solo por la excelencia de sus interpretaciones y su riqueza visual, sino también por ofrecer una experiencia teatral dinámica, emotiva y adecuada para públicos a partir de 12 años. ¡No os lo penséis e id, que las entradas VUELAN!!