La libertad de decidir quiénes somos, qué somos, no es una tarea sencilla ni para el mundo que nos mira ni, mucho menos, para nosotros; y Criatura del Arte busca la manera de mostrar, sobre el escenario, cómo esta especie de crisálida que es Y el cuerpo se hace nombre, realiza su tránsito hacia la belleza del ser interno masticando los dolores, buscando la luz de su piel, haciendo poesía del grito y del silencio y dando cuerpo a la diversidad, en un intento de abordar la temática trans.
Y el cuerpo se hace nombre te mira directamente a los ojos y te plantea cuestiones de las que no esperan respuesta, quieren que te las lleves puestas, palpitantes, para consumo personal. La complejidad de su propuesta es una catarsis que busca romper el Género en mil pedazos para permitirnos ser. Cada uno como un ser único y bello. Un intercambio de pieles para sentir las caricias y los dedos acusadores, los escalofríos, los besos y las miradas incómodas, que quiere mostrar el alma a través de la carne. Bailan la palabra, cantan los cuerpos y convierten en fiesta la identidad, la libertad de elegir(nos) gozándolo entre crisis y búsquedas.
David Darife, Elizabeth Duval, Celeste González, Borja Maestre, Iñaki Rubio, Consuelo Trujillo y Ángela Villar, como ellos dicen, han venido a contarnos su verdad y no se irán hasta que lo hayan hecho, y para ello se abren la carne y nos invitan a mirar(nos) dentro, admirar su exterior, sin juzgarlo, como frontera hacia algo más. Palabra, cuerpo, música y pintura esculpen la vida en esta experiencia performántica.