‘Como un viento helado’ abre la trilogía contra el abuso de Tanttaka Teatroa

José Antonio Alba

El Teatro Fernán Gómez arranca la temporada estrenando la Trilogía contra el abuso de la compañía Tanttaka Teatroa. Tres piezas que ahondan en los diferentes tipos de maltrato: Como un viento helado, La casa de la llave y Soka. Tres propuestas estrenadas el pasado año y que, tras girar independientemente, por primera vez se representarán en conjunto en la Sala Jardiel Poncela.

La primera de las piezas en presentarse será Como un viento helado de Rafael Herrero, una historia dirigida por Fernando Bernués que arranca con un disparo en una farmacia y una chica que huye, a partir de ahí, el azar hará que los tres personajes «con trayectorias de vida muy diferentes», interpretados por Nerea Elizalde, Tania Fornieles y Koldo Olabarri, se encuentren. «En torno a ese suceso, se va desentramando una realidad mucho más sórdida como son los abusos sexuales de padres a hijas» nos adelanta Bernués. «Son tres perdedores que se encuentran un día» dice Herrero «y en ese día, las emociones se van entremezclando y vamos descubriendo todas las cosas que les hicieron daño y las que podrían hacerles felices».

Autor y director ya trabajaron juntos con el anterior texto de Rafael Herrero, No me hagas daño, del que Fernando Bernués también se encargó de la dirección y que aquí pudimos ver en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español, colaboración que dio sus frutos en forma de este segundo montaje, Como un viento helado, que ahora presentan «Ambas funciones tienen algo muy interesante, que me fascina de sus textos» dice Bernués «albergan temas muy duros en una estructura de thriller, haciendo que dramáticamente no solo posean el discurso, que es importante, sino la seducción teatral; haciendo que como espectador, tengas ganas de saber qué es lo que pasa» nos desvela el director. «Quise escribir una obra que enganchara al espectador» añade su autor «No solamente por el tremendo tema que toca, sino porque el espectador se sintiera arrastrado a ver qué ocurre con esos tres personajes».

«Como un viento helado surge del dolor y de la culpa» nos cuenta Rafael Herrero, ya que a través de su labor de investigación, se topó con una terrible conclusión: «La mayoría de estas personas que habían sufrido abuso, sentían que eran culpables y habían sido señalados como ‘provocadores’ ¡provocadores con 6 u 8 años!» un hecho que nos confiesa, durante el proceso de escritura, le llevó a adentrarse en una sensación de profunda tristeza «Es una realidad que está silenciadísima» añade Bernués «en cuanto escarbas un poco descubres un territorio mucho más habitual de lo que desgraciadamente pensamos».

«Al teatro hay que llevar este tipo de temas» dice la actriz Tania Fornieles «para abrir la mentalidad de la gente y que sean conscientes de que esto puede estar sucediendo en el portal de al lado de su casa o en su casa». Una obra que, a través de los conflictos que expone, intenta hacernos reflexionar y cuestionarnos cómo hubiéramos reaccionado nosotros en su misma situación «En cuanto indagas en la vida de alguien, entiendes que es muy difícil juzgar a alguien porque tú no has vivido su vida. Algo de esa hay en esta función que se asoma y se entiende» señala su director.

Tanttaka Teatroa nace en el año 1983, con una máxima como compañía: «Adaptar el equipo artístico de la compañía a cada espectáculo, nunca en sentido contrario» cualidad por la que ha destacado a lo largo de su trayectoria, saltando entre géneros y estilos teatrales, del teatro a la ópera bufa, pasando por la danza o el musical, propiamente dicho. Han sido galardonados con varios Premios MAX, Mejor empresa o producción privada de Artes Escénicas, Mejor espectáculo revelación por Hnuy Illa o Mejor adaptación teatral por El florido pensil; además de contar con dos Premios Ercilla.

Texto José Antonio Alba / @joseaalba

Fotos Mikel Blasco

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José Antonio Alba
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