La Protagonista es una obra cómica sobre el duelo. El tanatorio es uno de los lugares donde la autora recuerda haber tenido uno de los ataques de risa más intensos de toda su vida. Una risa catártica, prohibida, obscena en ese lugar. Una risa que intentaba ahogar el hecho de que la pérdida, ese término con el que los milenials tienen una relación compleja, había llegado.