Porque todo arte es sufrimiento, poque toda obra de arte es la historia de un amor o un desamor.
Tony Fly prefiere un azulejo antiguo a una persona moderna. El desencanto. Aunque los dioses hayan muerto y desalquilado sus paraísos teológicos, el hombre tiende a dioses y paraísos, todos artificiales. Maquillaje y Pernod. Lágrimas y risas.
Tony Fly elige su dios personal y su paraíso artificial. En el Teatro Amaya.