Adiós dueño mío es un “sarao”, como decía María de Zayas, en pleno Siglo de Oro. Comedia. Enredo. Sexo. Música. Verso. Baile. Cinco actrices representan a cinco mujeres. Ya tres hombres. Cinco mujeres que gozan y sufren. Que buscan amor. Sin compromisos. Sin dueños, Sin ataduras. Con la misma libertad que cualquier hombre. ¿Por qué no?
Sinopsis
Podríamos decir que el sexo es un lenguaje que nos comunica, por el que nos expresamos y acercamos a uno de los placeres más desconocidos y fascinantes que nos da la vida. Socialmente aceptado por y para el hombre. Rechazado si este comportamiento lo practica la mujer. María de Zayas alertó de esta incidencia hace cuatrocientos años y peleó firme, con inteligencia, con humor y con el convencimiento de que llegaríamos a entender que el sexo no va de la mano de los votos sagrados del compromiso.
María de Zayas, en su único texto escénico, se autocensuró. El patriarcado y clero masculino dominante no habrían aceptado que su lucha valiente por la libertad amatoria de la mujer se presentara en directo, con mujeres reales ante las espectadoras y espectadores de aquellos años.
Por eso ahora Adiós, dueño mío, versión libre de su obra La traición en la amistad, con mucho respeto y gran admiración, es un homenaje a María. Va por ti, María de Zayas, seguiremos peleando.
Podríamos decir que el sexo es un lenguaje que nos comunica, por el que nos expresamos y acercamos a uno de los placeres más desconocidos y fascinantes que nos da la vida. Socialmente aceptado por y para el hombre. Rechazado si este comportamiento lo practica la mujer. María de Zayas alertó de esta incidencia hace cuatrocientos años y peleó firme, con inteligencia, con humor y con el convencimiento de que llegaríamos a entender que el sexo no va de la mano de los votos sagrados del compromiso.
María de Zayas, en su único texto escénico, se autocensuró. El patriarcado y clero masculino dominante no habrían aceptado que su lucha valiente por la libertad amatoria de la mujer se presentara en directo, con mujeres reales ante las espectadoras y espectadores de aquellos años.
Por eso ahora Adiós, dueño mío, versión libre de su obra La traición en la amistad, con mucho respeto y gran admiración, es un homenaje a María. Va por ti, María de Zayas, seguiremos peleando.
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- Autoría:
- Adaptación:
Emilio Hernández