Apoyatura se presenta como una hibridación entre concierto y coreografía, donde se combinan música, imagen y acción. La investigación de Óscar forma parte de un proyecto más amplio denominado Los paisajes ajenos, donde la idea de dar algún que otro paso atrás resulta indispensable para lograr una nueva perspectiva y contemplar el paisaje. En este caso, dar un paso atrás puede significar olvidar cómo hemos aprendido a tocar un piano, o renunciar a buscar conclusiones. Y aprender otra vez a relacionarnos. Porque, por mucho que la gravedad nos empuje hacia el suelo, la imaginación sigue volando libre entre las nubes.

Sinopsis

Todas nos hemos tumbado alguna vez en el suelo para observar las nubes. Puede que incluso hayamos reconocido figuras. Pero por más que hayamos dejado volar la imaginación, seguro que una fuerza nos ha mantenido el hombro clavado en el suelo. Óscar Bueno, uno de los residentes del TNT de este año, se fija precisamente en esa fuerza que experimenta el cuerpo cuando decide no hacer nada. Partiendo de la tensión entre ligereza y gravedad, Óscar, pianista de formación, ha desplegado una investigación sobre los sonidos que el cuerpo provoca en el piano por el simple hecho de apoyarse en él, de descargar suavemente su peso sobre las teclas.

Detrás de esta premisa aparentemente simple, late un interés por la suspensión del desarrollo musical, que también acaba siendo una suspensión de la productividad y del progreso. Se trata de un ejercicio que constantemente intenta huir del desarrollo y vuelve a caer, una búsqueda de los límites creativos entre hacer y no hacer que, en un momento de hiperproducción y saturación de estímulos, nos invita a imaginar la desaceleración no como un silencio, sino como un nuevo estado de percepción, atento a las microvariaciones del presente.

Un piano es un instrumento destinado a producir música a partir de una serie de presiones. Pero ¿qué pasa si abandonamos las secuencias aprendidas y simplemente nos apoyamos en él? ¿Y si en vez de dedos descargamos brazos, codos o frentes? ¿Es posible escribir la partitura de las acciones de un cuerpo que deja caerse?

Sinopsis

Todas nos hemos tumbado alguna vez en el suelo para observar las nubes. Puede que incluso hayamos reconocido figuras. Pero por más que hayamos dejado volar la imaginación, seguro que una fuerza nos ha mantenido el hombro clavado en el suelo. Óscar Bueno, uno de los residentes del TNT de este año, se fija precisamente en esa fuerza que experimenta el cuerpo cuando decide no hacer nada. Partiendo de la tensión entre ligereza y gravedad, Óscar, pianista de formación, ha desplegado una investigación sobre los sonidos que el cuerpo provoca en el piano por el simple hecho de apoyarse en él, de descargar suavemente su peso sobre las teclas.

Detrás de esta premisa aparentemente simple, late un interés por la suspensión del desarrollo musical, que también acaba siendo una suspensión de la productividad y del progreso. Se trata de un ejercicio que constantemente intenta huir del desarrollo y vuelve a caer, una búsqueda de los límites creativos entre hacer y no hacer que, en un momento de hiperproducción y saturación de estímulos, nos invita a imaginar la desaceleración no como un silencio, sino como un nuevo estado de percepción, atento a las microvariaciones del presente.

Un piano es un instrumento destinado a producir música a partir de una serie de presiones. Pero ¿qué pasa si abandonamos las secuencias aprendidas y simplemente nos apoyamos en él? ¿Y si en vez de dedos descargamos brazos, codos o frentes? ¿Es posible escribir la partitura de las acciones de un cuerpo que deja caerse?

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