Todas las noches pretende ser el resultado de un proceso de investigación coreográfica establecido a partir de las particularidades de dos lenguajes muy personales como son los de Vanesa Aibar y Sara Cano. Desde una formación que ronda la danza española y el flamenco desde un prisma contemporáneo, ambas artistas han alcanzado un lenguaje muy personal en sus cuerpos y en sus creaciones.
Sinopsis
La noche, relacionada con lo femenino y con el inconsciente, es el punto de partida de este trabajo, en el que dos mujeres buscan definir un mundo común, un espejo en el que mirarse para transformarse en otro ser, para crear vida a través de la búsqueda en lo inconsciente, lo onírico, lo que permanece en segundo plano… y conducirlo hacia la luz. Este proceso de búsqueda toma su impulso en La noche sexual de Pascal Quignard, obra que nos interpela a exponer y exponernos ante la Fantasía del origen, de nuestro origen, la noche, la oscuridad, el útero, el origen del mundo, la Big bang, “hay una imagen que falta en el alma”.
De la misma manera que en la Antigua Grecia la noche era considerada como madre de todos los dioses por la arraigada creencia de que ésta precedió a la formación de todas las cosas, nos adentramos en la noche y todo lo que ella representa: lo indeterminado, lo inconsciente liberado en el sueño nocturno, las tinieblas donde fermenta el devenir y la muerte, para reencontrarnos con el acto de crear, con la preparación activa del nuevo día, donde brotará la luz de la vida, donde parir un nuevo ser danzante, hecho de nuestros cuerpos femeninos, de nuestra carne y nuestro sudor. Un nuevo ser que cobre vida propia, hijo de todas las noches. De todas esas noches de búsqueda entre la oscuridad.
La noche, relacionada con lo femenino y con el inconsciente, es el punto de partida de este trabajo, en el que dos mujeres buscan definir un mundo común, un espejo en el que mirarse para transformarse en otro ser, para crear vida a través de la búsqueda en lo inconsciente, lo onírico, lo que permanece en segundo plano… y conducirlo hacia la luz. Este proceso de búsqueda toma su impulso en La noche sexual de Pascal Quignard, obra que nos interpela a exponer y exponernos ante la Fantasía del origen, de nuestro origen, la noche, la oscuridad, el útero, el origen del mundo, la Big bang, “hay una imagen que falta en el alma”.
De la misma manera que en la Antigua Grecia la noche era considerada como madre de todos los dioses por la arraigada creencia de que ésta precedió a la formación de todas las cosas, nos adentramos en la noche y todo lo que ella representa: lo indeterminado, lo inconsciente liberado en el sueño nocturno, las tinieblas donde fermenta el devenir y la muerte, para reencontrarnos con el acto de crear, con la preparación activa del nuevo día, donde brotará la luz de la vida, donde parir un nuevo ser danzante, hecho de nuestros cuerpos femeninos, de nuestra carne y nuestro sudor. Un nuevo ser que cobre vida propia, hijo de todas las noches. De todas esas noches de búsqueda entre la oscuridad.
- Dirección:
- Dramaturgia:
Francisco Sarabia Marchirán - Ayudantía de dirección:
Juan Carlos Lérida - Escenografía:
Cube.bz - Iluminación:
Cube.bz - Vestuario:
Marilene D’sastre - Coreografía:
Vanesa Aibar
Sara Cano - Música original:
Frank Moon
José Torres Vicente - Vídeo:
Ana Solinís