Los creadores Anto Lloveras y Mateo Feijóo proponen Doble cara, una pieza escénica bicéfala representada de manera simultánea, a modo de ensayo conceptual que atraviese el objeto, la arquitectura, la imagen y el sonido, con el cuerpo como final posible.

Sinopsis

Este texto es una hipótesis que será ejecutada in situ. Doble Cara es una cinta que pega por los dos lados, y un folio que tiene dos historias paralelas. La idea del desarrollo simultáneo en la dirección y en la ejecución se antoja posible gracias a la década que ambos coreógrafos han colaborado y compartido dentro de marcos propios y ajenos. Cada lado del escenario es una escena independiente, un canal. El canal uno y el canal dos. Dos canales muy próximos. Miméticos y Divergentes. Ambos canales corren el riesgo de convertirse en un canal. Los objetos, las imágenes, las luces, los sonidos y las voces serán lanzados desde una dirección y rebotarán en la otra dirección.

La escena es una conversación sobre intereses que tendrá partes públicas.

Si la experiencia en arte ha demostrado que la posición del comisario ha de ser próxima a la narrativa, el siguiente paso es desarrollar una escena con cuerpos coreográficos en investigación sobre la retórica filosófica y epistémica, sobre los poderes dentro de cada campo (Bourdieu), los poderes exteriores (Foucault), la noción de estructura (Deleuze), las narrativas (Zizek) y los capitales en todas sus formas (Marx).

La energía se precipita con el capital social y se fija con el capital simbólico, sin final cerrado.

Sinopsis

Este texto es una hipótesis que será ejecutada in situ. Doble Cara es una cinta que pega por los dos lados, y un folio que tiene dos historias paralelas. La idea del desarrollo simultáneo en la dirección y en la ejecución se antoja posible gracias a la década que ambos coreógrafos han colaborado y compartido dentro de marcos propios y ajenos. Cada lado del escenario es una escena independiente, un canal. El canal uno y el canal dos. Dos canales muy próximos. Miméticos y Divergentes. Ambos canales corren el riesgo de convertirse en un canal. Los objetos, las imágenes, las luces, los sonidos y las voces serán lanzados desde una dirección y rebotarán en la otra dirección.

La escena es una conversación sobre intereses que tendrá partes públicas.

Si la experiencia en arte ha demostrado que la posición del comisario ha de ser próxima a la narrativa, el siguiente paso es desarrollar una escena con cuerpos coreográficos en investigación sobre la retórica filosófica y epistémica, sobre los poderes dentro de cada campo (Bourdieu), los poderes exteriores (Foucault), la noción de estructura (Deleuze), las narrativas (Zizek) y los capitales en todas sus formas (Marx).

La energía se precipita con el capital social y se fija con el capital simbólico, sin final cerrado.

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