Don Gil de Alcalá es una ópera en tres actos con música y libreto de Manuel Penella dirigida por Emilio Sagi.
Una producción del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo.
Sinopsis
La obra narra las simpáticas aventuras, en tierras de Nueva España, de Don Gil, un capitán español. La acción transcurre a finales del siglo XVIII en la ciudad de Veracruz, Virreinato de Nueva España (México).
Niña Estrella, una huérfana mestiza, ha sido prohijada por el Gobernador, quien la ha hecho educar en un convento y la destina en matrimonio a Don Diego, noble de cierta edad, sin saber que Niña Estrella está enamorada de un joven militar español, Don Gil de Acalá. El Canónigo Magistral anuncia a la Madre Abadesa que vienen el Gobernador y Don Digo a buscar a la muchacha. Esta se despide de sus compañeras. Maya, la criada de Niña Estrella, le trae una carta de amor de Don Gil que afirma que hará todo lo posible por obtener el permiso del Gobernador para casarse con ella. En el salón del palacio del Gobernador se celebra una fiesta en honor a Don Gil y su sargento. Don Gil solicita permiso para bailar la pavana con Niña Estrella y, pese a la oposición de Don Diego, el Gobernador se lo concede.
Don Gil y Carrasquilla viven en el palacio del Gobernador, y el criado Chamaco, que ha quedado adscrito al servicio de Niña Estrella, está enamorado de Maya, su doncella. El Gobernador pregunta si es cierto que ama a Don Gil, ella lo admite y el Gobernador se va preocupado. Más tarde, Don Diego, a solas con la muchacha, le revela que Don Gil es hijo ilegítimo. Eso no parece importar a Niña Estrella y Don Diego, rechazado, se marcha decidido a vengarse. Llega el Virrey con su séquito para condecorar a los salvadores del Gobernador; en la fiesta Niña Estrella canta una habanera. De pronto entra Don Diego arrastrando a unos bandidos, que confiesan haber realizado el asalto por encargo de Don Gil, y que Carrasquilla no les pagó lo convenido. Don Gil reconoce que todo lo hizo por amor a Niña Estrella. El Virrey, compadecido, suaviza su castigo, que se reduce a ir a luchar contra los zacatecos insurrectos.
Niña Estrella llora con Maya porque Don Gil tiene que irse. Este viene a despedirse. Cuando se han ido todos, Chamaco entra para robar un poco de licor del Gobernador y al oír entrar a este, se esconde dentro de un armario. Allí oye al Gobernador confesar al Canónigo Magistral sus antiguos amores con una lavandera en Madrid, que dieron como fruto un hijo ilegítimo, cuyo paradero ignora. Poco después, Chamaco propone a Maya, Niña Estrella y Don Gil un atrevido plan para salvarlos: que Don Gil finja ser el hijo perdido del Gobernador.
En el salón del palacio se han reunido el Virrey y el Gobernador. Carrasquilla y Don Gil vienen a despedirse y se las arreglan para dar detalles sobre el nacimiento de Don Gil que coinciden con la confesión del Gobernador. Este, convencido de haber encontrado a su hijo, suspende inmediatamente la marcha de Don Gil y, a pesar de la indignación de Don Diego, le entrega la mano de Niña Estrella. Chamaco, el criado del convento, pregona la llegada del Gobernador y Don Diego, que han sido asaltados por unos bandoleros, pero un valiente capitán y su sargento han puesto en fuga a los malhechores. El Gobernador ofrece una recompensa para los valientes. El capitán no es otro que Don Gil de Alcalá, que con el sargento Carrasquilla ha organizado el asalto para hacer méritos y ganarse la amistad del Gobernador.
Castellano
La obra narra las simpáticas aventuras, en tierras de Nueva España, de Don Gil, un capitán español. La acción transcurre a finales del siglo XVIII en la ciudad de Veracruz, Virreinato de Nueva España (México).
Niña Estrella, una huérfana mestiza, ha sido prohijada por el Gobernador, quien la ha hecho educar en un convento y la destina en matrimonio a Don Diego, noble de cierta edad, sin saber que Niña Estrella está enamorada de un joven militar español, Don Gil de Acalá. El Canónigo Magistral anuncia a la Madre Abadesa que vienen el Gobernador y Don Digo a buscar a la muchacha. Esta se despide de sus compañeras. Maya, la criada de Niña Estrella, le trae una carta de amor de Don Gil que afirma que hará todo lo posible por obtener el permiso del Gobernador para casarse con ella. En el salón del palacio del Gobernador se celebra una fiesta en honor a Don Gil y su sargento. Don Gil solicita permiso para bailar la pavana con Niña Estrella y, pese a la oposición de Don Diego, el Gobernador se lo concede.
Don Gil y Carrasquilla viven en el palacio del Gobernador, y el criado Chamaco, que ha quedado adscrito al servicio de Niña Estrella, está enamorado de Maya, su doncella. El Gobernador pregunta si es cierto que ama a Don Gil, ella lo admite y el Gobernador se va preocupado. Más tarde, Don Diego, a solas con la muchacha, le revela que Don Gil es hijo ilegítimo. Eso no parece importar a Niña Estrella y Don Diego, rechazado, se marcha decidido a vengarse. Llega el Virrey con su séquito para condecorar a los salvadores del Gobernador; en la fiesta Niña Estrella canta una habanera. De pronto entra Don Diego arrastrando a unos bandidos, que confiesan haber realizado el asalto por encargo de Don Gil, y que Carrasquilla no les pagó lo convenido. Don Gil reconoce que todo lo hizo por amor a Niña Estrella. El Virrey, compadecido, suaviza su castigo, que se reduce a ir a luchar contra los zacatecos insurrectos.
Niña Estrella llora con Maya porque Don Gil tiene que irse. Este viene a despedirse. Cuando se han ido todos, Chamaco entra para robar un poco de licor del Gobernador y al oír entrar a este, se esconde dentro de un armario. Allí oye al Gobernador confesar al Canónigo Magistral sus antiguos amores con una lavandera en Madrid, que dieron como fruto un hijo ilegítimo, cuyo paradero ignora. Poco después, Chamaco propone a Maya, Niña Estrella y Don Gil un atrevido plan para salvarlos: que Don Gil finja ser el hijo perdido del Gobernador.
En el salón del palacio se han reunido el Virrey y el Gobernador. Carrasquilla y Don Gil vienen a despedirse y se las arreglan para dar detalles sobre el nacimiento de Don Gil que coinciden con la confesión del Gobernador. Este, convencido de haber encontrado a su hijo, suspende inmediatamente la marcha de Don Gil y, a pesar de la indignación de Don Diego, le entrega la mano de Niña Estrella. Chamaco, el criado del convento, pregona la llegada del Gobernador y Don Diego, que han sido asaltados por unos bandoleros, pero un valiente capitán y su sargento han puesto en fuga a los malhechores. El Gobernador ofrece una recompensa para los valientes. El capitán no es otro que Don Gil de Alcalá, que con el sargento Carrasquilla ha organizado el asalto para hacer méritos y ganarse la amistad del Gobernador.
- Libreto:
Manuel Penella - Dirección escénica:
Emilio Sagi - Dirección musical:
Lucas Macías - Músicos:
Coro titular del Teatro - Bailarines/as:
Marian Alquézar, Cristina Arias, Francisco Guerrero, Pablo Gutiérrez, Esther Ruiz, Lara Sagastizabal, Óscar Manhenzane y David Naranjo - Escenografía:
Daniel Bianco - Iluminación:
Eduardo Bravo - Vestuario:
Pepa Ojanguren - Coreografía:
Nuria Castejón - Música:
Manuel Penella