El oficio de morir es un espectáculo de Marina Otero; una conferencia que traiciona la teoría y se vuelve vómito catártico causado por un amor entre oriente y occidente: un accidente.
Sinopsis
¿Cómo transformar el dolor en una puesta en escena? Esta pregunta que la directora, intérprete, autora y docente argentina Marina Otero se hizo en una de sus primeras obras en Buenos Aires vuelve a hacérsela diez años después en otro continente, en otro país, España, donde vive en la actualidad. Y para respondérsela ha organizado una performance sobre la creación, seguida de un coloquio con el público, que ha titulado El oficio de morir, parafraseando el título del diario del escritor italiano Cesare Pavese (El oficio de vivir), en el que este escribe: “Poetizar es una herida siempre abierta”.
La performance de Otero aborda el amor romántico a partir de su historia de amor con un hombre árabe y pone sobre la mesa el proceso de una próxima obra que, siguiendo la sistemática organización que la creadora argentina ha dado a su propia creación, será una muesca más de su propia vida. Este proyecto vital, que, según tiene previsto, acabará el día de su muerte, lo ha denominado Recordar para vivir, del que se han exhibido ya en el Festival de Otoño Fuck me (sobre la muerte de la juventud), Love me (sobre la violencia) y, en Teatros del Canal, Kill me (sobre la salud mental), ejercicios de “autoficción con performance”, como lo denomina ella.
Sus espectáculos han recorrido el mundo, presentándose en Alemania, España, Italia, Francia, Suiza, Portugal, Singapur, Dinamarca, Bélgica, Austria, Grecia, Polonia, Israel, Sarajevo, Perú, Chile, Colombia, México, Brasil, Uruguay, Australia y Argentina.
Este espectáculo forma parte de la programación del 43.º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.