La pasión infinita es un espectáculo escrito y dirigido por José Troncoso que está protagonizado por Pepón Nieto, Avelino Piedad, Ana Labordeta y Claudio Tolcachir.
Sinopsis
No todos los sueños se cumplen.
Desde que sus ojos se abrieron al mundo, el único sueño de José Antonio ha sido el de ser actor.
 Pero no hay en el mundo un actor peor que José Antonio. No lo hay.
 Desde pequeño, consciente de su ausencia absoluta de cualquier atisbo de talento, todo su entorno ha intentado quitarle la idea de la cabeza. Pero la pasión de José Antonio es infinita.
 Daría cualquier cosa por el teatro, daría cualquier cosa por ser actor.
 El tiempo ha pasado y José Antonio se ha casado con Asunción. Y no es actor, trabaja en una fábrica de salazones mientras sigue soñando bien fuerte.
 Ni su mujer ni sus amigos consiguen sacarle la idea de la cabeza. No hay manera. La pasión de José Antonio es infinita.
 Un día, a la hora del desayuno, José Antonio abre el periódico y encuentra un anuncio que cambiará para siempre su vida y la de todos los que le rodean: «Se busca actor. No se requiere experiencia».
 A partir de aquí, su pasión infinita no tendrá freno, nada ni nadie podrá detenerlo ya, no hay manera.
 José Antonio se presenta al casting y, ante el asombro de todos, es seleccionado.
 La tragicomedia está servida.
 Un director emergente en horas muy bajas ve en José Antonio la viva reencarnación del esperpento e intentará hacer de su propia vida un espectáculo performático que no dejará indiferente a nadie.
 José Antonio está dispuesto a dar su vida por el teatro. José Antonio está dispuesto a dar su vida por su pasión. ¿Y tú?
Palabras del director
«Siempre me ha gustado utilizar mi trabajo para poner la lupa de aumento sobre las «pequeñas tragedias» de la gente corriente. Convertir en héroes trágicos a personas que no suelen ser «protagonistas ejemplares» por la aparente irrelevancia de sus vidas.
En este caso, vamos a poner en valor la historia de un buen hombre que, a pesar de tener una gran vocación artística, ha sido desprovisto por los dioses de cualquier tipo de talento para desarrollarla.
No siempre la vocación va acompañada de talento, ¿no?
Pero cuando la vocación es irrefrenable, la ceguera no nos deja ver nuestras propias limitaciones y somos capaces de tirar nuestra vida por la borda aún siendo conscientes de que la sombra del fracaso es cada vez más oscura, poderosa y acechante.
Beberemos de Unamuno, Valle-Inclán o Tadeusz Kantor para fabricar esta suerte de esperpento contemporáneo en el que la comedia y la ternura se dan la mano para empatizar con el espectador de a pie. El humor será el vehículo para contar esta fábula.
Volviendo a hacer uso de lo teatral en su máxima expresión, un espacio único será el espacio necesario en cada momento: La casa de José Antonio y Asunción, la fábrica de encurtidos, la sala de ensayos…
En cuanto a la plástica, el vestuario, la iluminación y un espacio sonoro de tintes felinos, nos harán recuperar el placer de la nostalgia por lo auténtico, haciendo posible la inclusión de nuestras propias vivencias en la historia, dejando espacio siempre para la imaginación del espectador».
José Troncoso.





