El dramaturgo José Pascual Abellán estrena nuevo texto en Madrid: Las cosas que faltan, una obra que habla de la paternidad en las parejas homosexuales, de la capacidad biológica, de los comúnmente llamados “vientres de alquiler” y del miedo a perder lo que tenemos a nuestro lado.

Esta obra es la historia de aquellos seres humanos que recurren a situaciones límites y extremas para poder cumplir sus necesidades, pagando cualquier precio, y teniendo en cuenta que a veces las consecuencias pueden ser demoledoras…

Esta obra pertenece al Ciclo IGUALES, una programación dedicada exclusivamente a las Artes Escénicas de temática LGTBIQ+.

Sinopsis

Las cosas que faltan podría ser la historia de nuestra vida. Porque a todos los seres humanos nos falta siempre algo para ser completamente felices. Es una obra de tres personajes al límite viviendo una situación también al límite pero que refleja una realidad social más común de lo que podemos imaginar. Dos hombres quieren ser padres pero no han tenido suerte ni con la adopción ni con la gestación subrogada. No encuentran solución. Uno de ellos opta por «acordar» un pacto con una mujer que ofrece su capacidad biológica y desaparecer después. Pero, ¿es ésa la manera más adecuada?, ¿tendrá consecuencias? ¿Hasta dónde llega la necesidad de ser padres? ¿Es un derecho o no ser padres?

A Jaime (Alberto Novillo) le falta la capacidad de tomar decisiones, el valor de poder decidir. A Laura (Lucía Esteso) el dinero, la posibilidad de salir adelante sola. Y a Martín (Hugo Alejo), ser padre, la gran necesidad de su vida. Pero si cada uno ayuda al otro, quizá todo funcione. Martín y Jaime son una pareja que, tras muchos años juntos, han decidido que es el momento de dar un paso más allá y ser padres. Jaime no está convencido del todo pero la fuerza de su pareja es tan grande que finalmente decide acompañarle en este viaje. Pero las cosas no son fáciles. Los procesos de adopción son empresa difícil para hombres homosexuales, además de prolongados en el tiempo y caros. Los procedimientos de gestación subrogada, legalizada en algunos países, también conllevan un desembolso al que no todos los bolsillos llegan, y muchas veces se añaden problemas añadidos para formalizar la nacionalidad de los pequeños.

Entonces, ¿Qué se puede hacer cuando la necesidad es tan grande? Laura es la mujer que ofrecerá su vientre a cambio de una suma de dinero y con una condición: desaparecer cuando nazca el bebé y renunciar a él. Desaparecer para toda la vida… Se hará todo de la manera más primaria y clandestina, para dejar la menor huella posible. No hay que correr riesgos.

Duración:
Sinopsis

Las cosas que faltan podría ser la historia de nuestra vida. Porque a todos los seres humanos nos falta siempre algo para ser completamente felices. Es una obra de tres personajes al límite viviendo una situación también al límite pero que refleja una realidad social más común de lo que podemos imaginar. Dos hombres quieren ser padres pero no han tenido suerte ni con la adopción ni con la gestación subrogada. No encuentran solución. Uno de ellos opta por «acordar» un pacto con una mujer que ofrece su capacidad biológica y desaparecer después. Pero, ¿es ésa la manera más adecuada?, ¿tendrá consecuencias? ¿Hasta dónde llega la necesidad de ser padres? ¿Es un derecho o no ser padres?

A Jaime (Alberto Novillo) le falta la capacidad de tomar decisiones, el valor de poder decidir. A Laura (Lucía Esteso) el dinero, la posibilidad de salir adelante sola. Y a Martín (Hugo Alejo), ser padre, la gran necesidad de su vida. Pero si cada uno ayuda al otro, quizá todo funcione. Martín y Jaime son una pareja que, tras muchos años juntos, han decidido que es el momento de dar un paso más allá y ser padres. Jaime no está convencido del todo pero la fuerza de su pareja es tan grande que finalmente decide acompañarle en este viaje. Pero las cosas no son fáciles. Los procesos de adopción son empresa difícil para hombres homosexuales, además de prolongados en el tiempo y caros. Los procedimientos de gestación subrogada, legalizada en algunos países, también conllevan un desembolso al que no todos los bolsillos llegan, y muchas veces se añaden problemas añadidos para formalizar la nacionalidad de los pequeños.

Entonces, ¿Qué se puede hacer cuando la necesidad es tan grande? Laura es la mujer que ofrecerá su vientre a cambio de una suma de dinero y con una condición: desaparecer cuando nazca el bebé y renunciar a él. Desaparecer para toda la vida… Se hará todo de la manera más primaria y clandestina, para dejar la menor huella posible. No hay que correr riesgos.

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