Mágica y Elástica es una propuesta escénica de Cuqui Jerez iniciada junto a Óscar Bueno, y creada en colaboración con Anto Rodríguez, Cecile Brousse, Javi Cruz, Louana Gentner y Gilles Gentner. El espectáculo se plantea como un musical, un musical deconstruido o un antimusical que explora cómo el sonido, el movimiento y la imagen trabajan juntos.
Sinopsis
Esta investigación surge como una expansión o desviación de nuestro proyecto anterior Las Ultracosas, centrado en explorar la suspensión del sentido en una situación performativa, donde ponemos en tensión/relación la coreografía y la acción viva de los cuerpos con la música. Esta relación música coreografía no es el centro de la investigación de Las Ultracosas pero es algo que se manifiesta de una manera muy evidente. Mágica y Elástica surge de la necesidad de atender a esta relación de una manera más profunda.
En Las Ultracosas la relación música-coreografía genera un modo de mirar y una temporalidad de la experiencia/estado muy específica donde la música es de algún modo el motor del acontecimiento vivo y escribe su dramaturgia: cinco horas ininterrumpidas de música en sus combinaciones más eclécticas acompañan a la práctica performativa de los cuerpos y el uso del lipsync, lo que nos hace viajar por innumerables narrativas, emociones, ambientes, densidades y paisajes. A partir de esta decisión estética tomada en Las Ultracosas (podríamos hablar de un pseudo-musical) empieza a surgir en nosotras una fascinación en torno a la relación música/coreografía (atravesada por el lenguaje) que se traduce en muchas preguntas, de momento muy iniciales, y que es el objetivo de este proceso profundizar en ellas.
El título Mágica y Elástica aparece a partir de una práctica inicial de describir la música con adjetivos y hace alusión a nuestra colaboración. Desde hace unos meses Cuqui y Óscar (aka Mágica y Elástica) realizamos escuchas de piezas musicales e intentamos describir de una forma intuitiva y abstracta estas piezas. Esta práctica está siendo el primer paso para poner en relación la música y la producción de imágenes (visuales y coreográficas).
Esta práctica es un posible inicio para entender las relaciones entre música, coreografía, imagen y narrativa con la idea de manipular, deconstruir y amasar las convenciones del musical como género: danza, canto, letras, narración, clímax, silencios, tensiones, etc. La deconstrucción de este género nos ofrece un campo de trabajo donde la narrativa podría partir de una imagen, la coreografía desde la música, la música desde la narrativa, la coreografía desde la imagen, la imagen desde la música, etc. siendo interdependientes entre sí y sin jerarquías entre ellas. Se moldean entre sí, creando un cuerpo musical amorfo, mixto y con múltiples capas.