Pensamientos de una bailarina que comprendió el ritmo al mirar un cadáver

Pensamientos de una bailarina que comprendió el ritmo al mirar un cadáver

Pensamientos de una bailarina que comprendió el ritmo al mirar un cadáver es un espectáculo de Elena Córdoba.

Sinopsis

“En el año 2016 hice una obra íntima que partía de la observación del cadáver, una pieza con la que me acerqué al proceso de descomposición del cuerpo. Esta obra se llamó Soy una obstinada célula del corazón y no dejaré de contraerme hasta que me muera y fue fruto de dos años en los que estudié, escribí y confronté mi cuerpo vivo a un cuerpo (su cuerpo) sin vida.

Siempre me ha asustado no poder identificarme con lo que hice, por eso no suelo mirar atrás. Revisar o revisitar me parece tentar a la melancolía, una amiga a la que suelo esquivar todo lo que puedo.

Pero Soy una obstinada célula del corazón y no dejaré de contraerme hasta que me muera partía de un texto escrito que no había cambiado en estos años, que me había estado esperando. Quise prestarle el cuerpo a esas palabras para que volvieran a sonar. Igual ahora, en los tiempos que vivimos, estas palabras vuelven a ser pertinentes.

Nunca habría retomado estas reflexiones sola, mi amiga Luz Prado y mi compañero Carlos Marquerie me acompañaron en este viaje.”

Elena Córdoba

Sinopsis

“En el año 2016 hice una obra íntima que partía de la observación del cadáver, una pieza con la que me acerqué al proceso de descomposición del cuerpo. Esta obra se llamó Soy una obstinada célula del corazón y no dejaré de contraerme hasta que me muera y fue fruto de dos años en los que estudié, escribí y confronté mi cuerpo vivo a un cuerpo (su cuerpo) sin vida.

Siempre me ha asustado no poder identificarme con lo que hice, por eso no suelo mirar atrás. Revisar o revisitar me parece tentar a la melancolía, una amiga a la que suelo esquivar todo lo que puedo.

Pero Soy una obstinada célula del corazón y no dejaré de contraerme hasta que me muera partía de un texto escrito que no había cambiado en estos años, que me había estado esperando. Quise prestarle el cuerpo a esas palabras para que volvieran a sonar. Igual ahora, en los tiempos que vivimos, estas palabras vuelven a ser pertinentes.

Nunca habría retomado estas reflexiones sola, mi amiga Luz Prado y mi compañero Carlos Marquerie me acompañaron en este viaje.”

Elena Córdoba

Ficha artística
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