
Solo un metro de distancia es una historia sobre el daño. Sobre lo que significa el daño, sobre lo que provoca, lo que conlleva, sobre cómo se vive con él, sobre si se puede superar. Es una historia sobre quienes reciben el daño y sobre quienes son testigos de ese daño.
Sinopsis
Decimos que Solo un metro de distancia es una historia sobre el daño y es verdad; pero a la vez esconde una mentira. Es también una obra sobre la incomprensión, sobre la distancia abismal que existe entre lo que creemos que somos y lo que nuestros actos dicen que somos, sobre nuestra incapacidad para entendernos a nosotros mismos, sobre la imposibilidad de entender a los demás.
Es una historia sobre esa mirada próxima pero inevitablemente externa de quienes somos testigos de un daño, un suimiento, una injusticia, una aberración.
¿Cómo entender una vivencia que no se ha tenido? ¿Cómo convivir con algo que no conseguimos entender? ¿Qué tipos de relación se establecen entre quien tiene una vivencia y quien la presencia?
¿Se puede hacer algo bueno por alguien a quien en verdad no entendemos?
Sobre la compañía
Arrancamos nuestra andadura con un texto nuestro, Liturgia de un asesinato, en el que reflexionábamos sobre la herencia tanto histórica como familiar, y cómo todavía a día de hoy nos marca. Con Iphigenia en Vallecas desplazábamos la mirada al hoy, a la injusticia social, especialmente al prejucio de clase y señalábamos el lugar tan cómodo que no reservamos al mirar esa realidad de soslayo. Ahora queremos dar un paso más y abordar un tema muy invisibilizado: el abuso sexual infantil, y a partir de este tema reflexionar sobre nuestro posicionamiento tanto a nivel personal como a nivel social. Hacerlo con un texto propio, apoyándonos en una fuerte labor de investigación y documentación, supone para nosotros un reto precioso y un avance en la línea estética y de compromiso con las líneas fundamentales de nuestra compañía.
Castellano
A partir de 15 años
Decimos que Solo un metro de distancia es una historia sobre el daño y es verdad; pero a la vez esconde una mentira. Es también una obra sobre la incomprensión, sobre la distancia abismal que existe entre lo que creemos que somos y lo que nuestros actos dicen que somos, sobre nuestra incapacidad para entendernos a nosotros mismos, sobre la imposibilidad de entender a los demás.
Es una historia sobre esa mirada próxima pero inevitablemente externa de quienes somos testigos de un daño, un suimiento, una injusticia, una aberración.
¿Cómo entender una vivencia que no se ha tenido? ¿Cómo convivir con algo que no conseguimos entender? ¿Qué tipos de relación se establecen entre quien tiene una vivencia y quien la presencia?
¿Se puede hacer algo bueno por alguien a quien en verdad no entendemos?
Arrancamos nuestra andadura con un texto nuestro, Liturgia de un asesinato, en el que reflexionábamos sobre la herencia tanto histórica como familiar, y cómo todavía a día de hoy nos marca. Con Iphigenia en Vallecas desplazábamos la mirada al hoy, a la injusticia social, especialmente al prejucio de clase y señalábamos el lugar tan cómodo que no reservamos al mirar esa realidad de soslayo. Ahora queremos dar un paso más y abordar un tema muy invisibilizado: el abuso sexual infantil, y a partir de este tema reflexionar sobre nuestro posicionamiento tanto a nivel personal como a nivel social. Hacerlo con un texto propio, apoyándonos en una fuerte labor de investigación y documentación, supone para nosotros un reto precioso y un avance en la línea estética y de compromiso con las líneas fundamentales de nuestra compañía.
- Compañía:
- Dirección:
- Autoría:
- Escenografía:
Mónica Teijeiro - Iluminación:
Daniel Checa - Sonido:
Mar Navarro G. - Vestuario:
Mónica Teijeiro - Producción musical:
Toni M. March - Diseño gráfico:
Marisol Del Burgo - Fotografía:
Moisés Fernández Acosta - Comunicación:
María Díaz - Producción:
Serena Producciones - Año de la producción:
- Management:
GG Producción y Distribución
- Noelia BarrientosTeatro Madrid
- Ana Isabel