Sueño de una noche de solsticio de verano

Sueño de una noche de solsticio de verano

Sueño de una noche de solsticio de verano entremezcla el “Sueño de una Noche de Verano” de Shakespeare con las músicas que Henry Purcell, unos de los mejores compositores ingleses de todos los tiempos, escribiera en 1693 para su “The Fairy Queen” – revisión ésta, a su vez, de la comedia shakespeariana.

Sinopsis

En esta adaptación en prosa hemos pretendido mantener el mejor equilibrio posible entre el respeto a la enorme riqueza de imágenes y figuras del texto shakespeariano y la integración de la extensa partitura de Purcell, que se engarza en la comedia con un espíritu más cercano a los lenguajes del teatro musical actual, sin abandonar por ello criterios de interpretación musical barroca que se han impuesto como norma en los últimos cuarenta años.

Un maridaje prolijo entre texto y música, para seguir disfrutando de la intensidad de las relaciones de sus protagonistas; de los errores y descubrimientos de los cuatro jóvenes atenienses; del hombre de estado, encarnado en Teseo, inflexible e incrédulo a fabulaciones fantasiosas; del mundo sobrenatural, en las figuras de Titania y Oberón, que rige la naturaleza e incluso nuestros deseos, y que acabará cruzándose con el de nuestros atenienses, una noche de solsticio de verano, en el bosque, sempiterno lugar shakespeariano donde poder perderse y, quizá también, encontrarse.

Idioma:
Castellano
Sinopsis

En esta adaptación en prosa hemos pretendido mantener el mejor equilibrio posible entre el respeto a la enorme riqueza de imágenes y figuras del texto shakespeariano y la integración de la extensa partitura de Purcell, que se engarza en la comedia con un espíritu más cercano a los lenguajes del teatro musical actual, sin abandonar por ello criterios de interpretación musical barroca que se han impuesto como norma en los últimos cuarenta años.

Un maridaje prolijo entre texto y música, para seguir disfrutando de la intensidad de las relaciones de sus protagonistas; de los errores y descubrimientos de los cuatro jóvenes atenienses; del hombre de estado, encarnado en Teseo, inflexible e incrédulo a fabulaciones fantasiosas; del mundo sobrenatural, en las figuras de Titania y Oberón, que rige la naturaleza e incluso nuestros deseos, y que acabará cruzándose con el de nuestros atenienses, una noche de solsticio de verano, en el bosque, sempiterno lugar shakespeariano donde poder perderse y, quizá también, encontrarse.

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